Al mundo
le faltaban varios años para alcanzarlo, cuando se le ocurrió que se debía
poder operar el interior de una computadora desde afuera.
Por ello,
cuando su invento, ese ratón o mouse que durante décadas acompañó a
todas las computadoras, empezó a estar literalmente en manos de todos, la
patente había caducado.
De haber
recibido lo que le habría correspondido por derechos de autor, Engelbart habría
sido muy rico: al menos 100.000 millones se han vendido desde mediados de los
'80s.
Engelbart,
quien murió a principios del mes, no es el único inventor que se quedó sin
recibir la recompensa que se esperaría.
He aquí
otros 10 creadores que no llegaron a ser millonarios:
1. LEDs
Cuando
Nick Holonyak Jr (1928, Illinois, EE.UU.) inventó el primer LED en 1962,
predijo que algún día este diodo de luz remplazaría a la bombilla de Thomas
Edison.
Los
colegas de Holonyak insisten en que se merece el Premio Nobel. Pero él,
humildemente, dice: "Es ridículo pensar que alguien me debe algo. Al fin y
al cabo, tengo suerte de estar vivo".
Las
lámparas LED (Light Emitting Diodes) pasaron de ser luces indicadoras en
aparatos electrónicos a ser ampliamente utilizadas por su brillo y eficiencia,
empleadas sobre todo en grandes edificios.
La
empresa estadounidense 3M vende miles de millones de papeles adhesivos Post-It
al año, pero sus inventores se definen como "acomodados", no ricos.
Los
Post-It se siguen vendiendo como pan caliente. Los
papelitos son una creación conjunta de Spencer Silver, quien en 1968 desarrolló
un adhesivo que se podía despegar y su colega Art Fry al que se le ocurrió la
idea de un señalador que se quedara en su lugar en su libro de cánticos.
Inventados
por casualidad, estos cuadraditos usados para escribir notas recordatorias
fueron lanzados al mercado en abril de 1980 por 3M y figuran cada año entre los
cinco artículos de oficina más vendidos en Estados Unidos.
3. AK-47
El fusil
Kalashnikov o AK-47 fue inventado por el soldado del ejército soviético Mikhail
Kalashnikov mientras se recuperaba en el hospital de las heridas sufridas en la
Segunda Guerra Mundial. Kalashnikov afirmó que su creación era para el
beneficio de su país.
4. Aguja de tocadiscos de zafiro
Marie
Killick (1914 Mitcham, Surrey, Reino Unido) inventó la aguja de tocadiscos de
zafiro pero no pudo obtener la licencia y tras años de litigio nunca hizo
ningún dinero.
En 1958
ganó una demanda contra la empresa eletrónica Pye, pero quebró al año
siguiente.
5. Aerodeslizador
El
ingeniero inglés Christopher Cockerell utilizó una aspiradora y latas para
poner a prueba sus teorías mientras desarrollaba el aerodeslizador, conocido en
inglés como hovercraft, que cruzó por primera vez de Calais (Francia) a
Dover (Reino Unido) en 1959.
Cockerell
fue nombrado caballero, pero luchó por años para obtener una suma de dinero por
parte de la Corporación Nacional de Desarrollo de la Investigación.
6. Tetris
El
programador informático ruso Alexey Pajitnov desarrolló el famoso videojuego
junto a sus colegas en un centro de investigación financiado por el gobierno
ruso en 1985. Pero recién empezó a recibir regalías 10 años más tarde cuando
formó The Tetris Company.
7. La radio a cuerda
El
inventor Trevor Baylis dijo hace poco que ya no puede vivir en su casa en
Twickenham, Londres, pues a pesar de que se han vendido millones de radios a
cuerda en todo el mundo, la compañía con la que hizo el negocio le hizo algunos
cambios al diseño y por consiguiente él perdió el control sobre el producto y
las ganancias.
"La
mayoría de nosotros no lo hacemos por dinero sino por entusiasmo", dice
Baylis. "Yo sé que al menos dejé mi marca con la radio, las linternas a
cuerda y otras cosas que inventé".
8. Máquinas de karaoke
El
empresario japonés Daisuke Inoue se ganaba la vida tocando la batería en una
banda que invitaba a los asistentes a un bar tomar el micrófono y cantar.
Un día
que no pudo ir a un concierto puso una grabación y luego creó 11 máquinas de
karaoke que alquiló. No patentó su invención y apenas hizo algunos yenes.
9. MP3
El MP3 se
convirtió rápidamente en el estándar para la transferencia de música a través
de internet.
El
estudiante de posgrado alemán Karlheinz Brandenburg comenzó a trabajar en el
proyecto en la década de 1980, pero debido a que no tuvo dinero para distribuir
el software lo comercializó como shareware, modalidad en la que
el usuario puede evaluar de forma gratuita el producto.
10. La red de redes mundial
Y, por
último, usted no estaría leyendo esto si no fuera por el londinense Tim
Berners-Lee, quien inventó la World Wide Web para ayudarles a los científicos
que trabajaban en el laboratorio europeo de investigación en el CERN. Él dice
que el secreto del rápido éxito de su invento fue el hecho de que lo hizo
gratuito.
Muchos
honores para Tim Berners-Lee, pero, nuevamente, poco dinero.
No todos
los inventores se ven obligados a hacer dinero, algunos quieren hacer una
contribución al "bien común", dice Tilly Blyth, encargada de la unidad
de Ingeniería y Tecnología en el Museo de Ciencia de Londres.
"Tenemos
la tendencia a enfocarnos sólo en los desarrollos comerciales, pero en realidad
a menudo son las investigaciones públicas y de los gobiernos las que han hecho
posible que lleguen a ser lo que son", dice Blyth. "Piense en el
iPhone: uno cree que es un gran invento de Steve Jobs y Apple, pero los
orígenes de sus componentes vitales, como la pantalla, el chip y el procesador,
están en investigaciones financiadas por el gobierno".
"Gran
parte de la investigación de vanguardia proviene de estudios que fueron hechos
sin un objetivo concreto en centros de investigación públicos para el bien de
la humanidad y no para hacer dinero", concluye.
Fuente: BBC Mundo